Gustav - Otra vida desperdiciada

Tuesday, January 07, 2014

La conspiración de todas las conspiraciones

Después de cansarme de discutir inútilmente con muchas personas acerca de varias teorías conspirativas me decidí a buscar más información solo con el fin de tener mejores argumentos para reputarlos.  Lo que encontré fue algo mucho más escalofriante.
Existe una orden tan grande y poderosa que es capaz de manejar el destino de toda la humanidad, de intervenir en la vida particular de cada de persona, de influir aún en las mas ínfimas decisiones que tomamos cada día.  Su poder se evidencia en su habilidad para mantenerse ocultos, como inexistentes, aún hasta en los foros más suspicaces de la internet. Su nombre, Los Oscurati. Su método, increíblemente persuasivo.

Basta solamente examinar las evidencias, todas están allí para quien sabe verlas.
En primer lugar Los Oscurati no pueden permitir que se sepa de su existencia. Así que, para distraer la atención, crearon falsas historias que le atribuyen un enorme poder a supuestas logias como la de los masones y los templarios.  Esto se ve de forma muy clara en figuras históricas como Da Vinci, que evidentemente pertenecía a Los Oscurati pero que nunca se lo asocia con estos.

El origen de los Oscurati es muy antiguo pero una constante que siempre han mantenido es favorecer el desarrollo tecnológico mediante su conocimiento.  Los primeros ejemplos de la arquitectura Oscurati pueden apreciarse en construcciones como la de Stonehenge, las figuras de la Isla de Pascua y hasta en las pirámides de Egipto. Por supuesto que ellos no pueden permitir que se sospeche su existencia a partir de estas monumentales construcciones, así que prefieren que se diga que en verdad fueron construidas con ayuda de inteligencias extraterrestres. Claro que a veces su interés por fomentar el avance científico y tecnológico se les va un poco de las manos y terminan por lograr hitos demasiado sorprendentes para la época, como la llegada del hombre a la luna, o con devastadoras consecuencias, como el holocausto.  En estos casos prefieren hacerle creer a la gente que estas cosas en verdad nunca ocurrieron.

Los Oscurati también, en una actitud paternalista, nos quieren proteger de verdades que nos harían sentir débiles e indefensos.  Entonces están siempre allí que una figura de gran poder, como un presidente, es asesinado o un ataque terrorista es efectuado, para crear una historia que desmienta lo que sucedió y nos haga pensar que esto jamás podría haber sido orquestado por uno o unos pocos individuos, que tuvo que ser el producto de un gran plan maestro organizado por un grupo de mucho poder.  Inclusive hasta es posible que tengan alguna conexión con los Sarrios.

Es decir, lo que han hecho muy inteligentemente a través de los años fue crear todas estas falsas teorías para ocultar la verdad. 
¡Existe una enorme conspiración encargada de crear todas las teorías conspirativas!

Aterrado, sorprendido y sin saber muy bien qué hacer, por suerte pude consultar al famoso psíquico franco-uruguayo F. Kosta. Él me comentó al respecto: "Ya en el Libro de los Muertos de los antiguos egipcios, cuyo autor, título y contenido han sido completamente modificados en su forma actual, se transmite la forma esférica, medio para alcanzar los conocimientos secretos de la energía libre, que fue vaticinada en la carta astral de un famoso etnólogo, cuya identidad jamás pudo ser conocida".

Al fin, sabiendo que hay mucha, pero mucha gente, con la capacidad para pensar como él pude quedarme más tranquilo.



N. de A.:  Sé que este artículo va a atraer a muchos firmes creyentes de las teorías conspirativas.  Sé que la mayoría se van a indignar y me van a señalar todas las "evidencias" que apoyan a sus teorías favoritas; o peor aún, se lo van a tomar en serio y me van a manifestar su apoyo.  Por favor, en ambos casos, absténganse.  Lo cierto es que me gustaría poder creer que existe una orden secreta que inteligentemente mueve los hilos de la humanidad, pero la triste realidad es que, probablemente, el mundo esté gobernado por imbéciles.