Gustav - Otra vida desperdiciada

Saturday, February 04, 2006

Sacando productos de mercado

Desde hace un tiempo he notado que entre mis superpoderes se encuentra el de poder sacar productos de mercado con solo manifestar mi preferencia por ellos. Es decir, basta con que diga que algo me gusta, me parece la mejor opción, o el mejor entre los productos de su tipo, señale que es justo lo que necesitaba o lo bien que resuelve un problema o una necesidad para que en poco tiempo desaparezca para siempre de todos los comercios. Hoy voy a detenerme a comentar en particular la rama de productos comestibles que me gustaban, y que ya no se consiguen; y si a alguien mas también le gustaban estas cosas y no se puede explicar como es que ya no se consiguen, no piense mas, lo reconozco, es culpa mía.

  • La galletitas kesbum. Eran de kellogs, se vendian junto con las papas fritas y los chizitos, pero estas eran como una especie de bizcochitos de grasa con sabor a queso, y estaban buenisimas.
  • Los Kit-Kat. Eran unos chocolatines que tenian la particularidad de tener las barritas verticales en lugar de horizontales, y estaban rellenos con unas obleas chiquitas.
  • Los bizcochitos de grasa Canale. A no confundir con los bizcochos Canale, que como no me gustan aun existen, estos eran unos bizcochitos de grasa como la gente, bien pesados; ni punto de comparacion con los 9 de Oro que ni merecen llamarse bizcochitos de grasa, y de mucha mas calidad que los Don Satur. Solo cometian un pecado, no todos tenian la forma ovalada caracteristica, en el paquete venian surtidas varias formas hereticas, pero aun asi me gustaban.
  • Los chicles Wrigley's. Como los extraño a estos, desde que no se consiguen no he vuelto a comer chicle. Son los famosos chicles en tiritas, aun se los puede ver en alguna pelicula, pero seguro que solo lo hacen para hacerme sufrir.
  • Los anillitos de chocolate Terrabusi. Alguno me puede decir que aun se consiguen bañados con chocolate. Por favor, no me insulten. Yo estoy hablando de los anillitos con chocolate que tenian ese azuquita dura arriba, que uno iba a comprar al almacen y codiciaba la lata enorme que tenia el almacenero. Se me pianta un lagrimón.

Hay mas, quizás me extienda otro día. Pero lo importante es que habiendo descubierto este poder ofrezco mis servicios comerciales a cualquier empresa que desee eliminar a su competencia. Por unos pesos yo empiezo a decirle a todo el mundo que me gusta cualquier porquería que me señalen, y listo, adiós competencia. Ya tengo una oferta de Pepsi que estoy estudiando.


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