Gustav - Otra vida desperdiciada

Thursday, August 07, 2008

TV or not TV, that is the Question


Yo tengo muy mala memoria. Durante todos mis años de estudio jamás pude aprenderme nada de memoria (salvo por unos pocos reflejos condicionados). Ni siquiera puedo recordar las cosas que me pasaron, muchas veces les pido a mis amigos que me cuenten mi propia vida y me asombra lo interesante que debe haber sido. Pero si hay algo que SI puedo recordar es lo que me llega por rayos catódicos. Lo que veo en la televisión.
Y yo de chico miraba mucha televisión, muchísima. La TV fue mi segunda madre. Fui educado por la televisión. Recuerdo que el peor castigo era no poder prender la tele. Y si la tele estaba encendida no le prestaba atención a nada más (los demás me podían repetir lo que decían, la tele no!).
Así fue como me aprendí involuntariamente de memoria todos los dibujos animados -y los nombres de sus directores, productores y musicalizadores- , diálogos textuales del superagente 86 -entre muchos otros- , argumentos y nombres de personajes de infinidad de series y películas, etc. Y mientras seguí viviendo con mis viejos esto no cambió mucho. Al ir creciendo tenía menos tiempo, pero igualmente no desperdiciaba oportunidad. Hasta había desarrollado la habilidad de reconocer instantáneamente cualquier cosa que estuvieran dando, lo que me permitió alcanzar altísimas velocidades de zapping.
Pero entonces llegó el día en que me fui a vivir solo. Por supuesto que tenía planeado comprarme un televisor apenas estuviera instalado, hasta pensaba en donde podría ponerlo cada vez que iba a ver un departamento. Me mudé y, con todas las actividades que esto conlleva, la compra de la TV se postergó; no mucho, poco más de un mes. Y entonces me dí cuenta de algo. Me sentí liberado, ya no tenía que llegar corriendo para ver algo, ya no se me complicaban los planes porque justo ese día daban algo bueno. Estaba saliendo más, estaba leyendo más, estaba conociendo más minas que nunca. Fue una verdadera iluminación.
En ese momento decidí que nunca más iba a tener tele. No solo como quien debe renunciar a una adicción alejandose completamente de ella, sino porque mi vida había mejorado realmente. Y ese mismo día supe que si alguna vez me compraba una tele mi vida habría entrado en franca decadencia.
Por esas épocas empecé a practicar lo que llamaba mi deporte favorito que consistía -generalmente cuando llegaba del laburo- en sentarme en un cómodo sillón, poner algún disco que me gustara especialmente, armarme unos puchos y a veces servirme un trago; a esto yo le llamaba hacer sillón. La actividad generalmente duraba lo que duraba el disco, muchas veces servía para cambiarme el humor, otras contaron como el mejor momento del día.
Ahora ya hace tiempo que vivo solo y aún no tengo tele -ni siquiera tengo el más remoto plan de comprarme una- , pero igualmente temo que mi vida esté dirigiéndose hacía esa decadencia que tanto temía... pues he reemplazado la televisión con una computadora.
Todo comenzó inocentemente con el alquiler ocasional de algún DVD. Después, como mi colección de mp3s crecía, me armé una máquina especialmente para la música y las películas. Al ir ensanchándose la conexión a internet, a los mp3 se le empezaron a sumar algunas películas difíciles de conseguir, algunas rarezas de animación, algunos video clips... Hoy tengo una enorme filmoteca y temporadas completas de varias series.
Claro que no es lo mismo, ya no soy un esclavo de la programación. Yo elijo lo que quiero ver y cuando quiero verlo. No estoy sujeto a los mal intencionados gerentes de programación de ningún canal. Pero me está volviendo a pasar el efecto memoria tevegénica, me vuelven a quedar en la memoria diálogos completos sin que yo me lo proponga. Especialmente con House MD, serie de la que me doy dosis con bastante regularidad, y en muchas ocasiones ha reemplazado a la música mientras hago sillón.
Y es que en verdad mi opinión coincide bastante con lo planteado en Lifesuck con respecto a la TV (En general mi opinión coincide bastante con lo que puso el muchacho de Lifesuck en todo sentido -muchas gracias M por ese link-). La TV como medio es excelente; es desafortunado que esté manejada por personas que se parecen muy poco a mi, y esto es afortunado porque sino moriría de una sobredosis de rayos catódicos en mi sillón.
De todas formas si la decadencia se acerca aún está lejos. Yo sigo saliendo bastante, leyendo mucho, conociendo alguna que otra señorita y hasta me queda tiempo para permitirme de vez en cuando algún video de youtube. Pero eso sí, con la guardia siempre en alto. No vaya a ser que la decadencia me encuentre justamente sentado en mi sillón.


Sé que a algunos este artículo les puede haber parecido un poco extraño para este blog y se preguntarán si todo esto es cierto. Lo es. Aún las cosas más asombrosas, como que podía reconocer cualquier película o serie en un segundo. ¿Pueden creerlo? ¿en un segundo?
Perdón, es difícil dejar un vicio.