Gustav - Otra vida desperdiciada

Saturday, July 28, 2007

Pintura, Música y Poesía

Había consultado el horario días pasados, cuando un amigo me avisó; decía empezar a las 19hs. Afortunadamente había olvidado tomar nota de la dirección. Llegó el día, hoy. Pensando que tenía tiempo busco la dirección y en otro artículo el horario dice de 14 a 20. Sin más dilaciones me abrigo y salgo hacía el Museo Metropolitano. Me queda cerca, puedo ir caminando.
Al entrar busco la puerta en donde transcurre la muestra, me acerco justo en el momento en que una señorita está por salir con alguien más. Le pregunto "¿Aquí es la exposición de Augusto Larreta?", con cierta incredulidad me responde afirmativamente y mira a su acompañante. Augusto Larreta me extiende la mano con los ojos muy abiertos y me pregunta.

- ¿Nos conocemos?
- No, creo que solamente yo lo conozco.
- ¿Sos hijo mío?
- Creo que no, puedo preguntarle a mi vieja. Pero creo que no.
- ¿Entonces quién sos?
- Solo un admirador anónimo.

Y con una sonrisa me invita a pasar a su exposición de pintura. Ya no quedaba nadie, me explica que el anuncio había salido mal publicado y que los sábados termina más temprano.

- Te muestro rapidito los cuadros, porque esta pobre chica ya se tiene que ir.
- No hay problema, vengo otro día con más tiempo.
- ¿Querés que te vaya mostrando los cuadros o preferís que te deje verlos solo?
- Por favor, sería un honor para mí tener al artista al lado mio hablándome de su trabajo.

Sus obras están inspiradas principalmente en los sentimientos pero también en algunos fragmentos de poesía y música que el prolijamente me cita mientras avanzamos.

- Este representa el amor por mi mujer, yendo hacia mi mujer. Ya no es una obra mía, es de ella. La quiere vender en cien mil dolares. Para mí esta mal, no tendría que venderla.

Nos permitimos una breve charla sobre el arte no figurativo, sobre Pessoa y sobre la conciencia, tema de mi mayor interés y que fue motivador de algunas de sus pinturas. En ese momento estamos entrando en otra sala y me dice.

- Mira este, se lo puede escuchar desde acá. "El grito".

Me recordó inmediatamente a Munch, aunque no se lo dije, no sabía si la comparación iba a resultar ofensiva o elogiosa.

- El otro día vino un muchacho como vos, a última hora. Me hizo unas preguntas y me sacó una foto para un artículo de Clarín. Aún estoy tratando de averigüar quién era. En una de esas era un ángel.

Entre cuadro y cuadro me cuenta un poco de su vida, y cuando me detengo en alguno en especial me relata alguna anécdota de esa obra en particular, de como fue concebida ó de los comentarios recibidos.

- Mirá, cuando hice esta quería llamarla solamente "Sexo". Solo esa palabra, y si te fijas bien acá se ve como un "69" y esas cosas. Pero cuando la puse en exposición un hombre me dijo que le había gustado mucho esa pintura sobre la música, y unos días después unas chicas se me acercaron a preguntarme también sobre esa pintura de música. Al final no tuve más remedio que cambiarle el nombre y ponerle "La música de los cuerpos".

Ya finalizando el recorrido, en el último salón hay un piano de cola. Lamentablemente me perdí la inauguración en donde su mujer estuvo interpretando algunas de las obras musicales que lo inspiraron. En ese momento entran dos hombres y Augusto al reconocerlos se acerca a saludarlos muy calurosamente.

- Vinimos ayer pero ya estaba cerrado, recién tuvimos que golpear la puerta para poder pasar. Desde Santa Fé me vine para verte.

Yo ya estaba colmado de placer, le dí la mano a Augusto y lo dejé en compañía de sus nuevos huéspedes.

Sí, señoritas y señores, con esta mano lo saludé a Augusto Larreta.